Sede del BCE en Frankfurt (Alemania) |
Las intenciones del Banco Central Europeo son potenciar nuestra economía pero al final no encontramos alivio y seguimos aumentando nuestra deuda pública. Mientras tanto se mantienen los sueldos e indemnizaciones que se conceden personas que no sólo se eligen entre ellos, si no que se reparten con alegría un pastel cocinado y financiado en las arcas europeas. A pesar de ello consideramos que las medidas del regulador europeo son más que necesarias para su actividad bancaria habitual. Eso sí, lo correcto sería que estas cantidades beneficiaran también a las familias y a las empresas.
El hecho de que la banca haya concentrado todo su dinero en deuda pública española sirve para financiar a las administraciones públicas pero no a la economía real, por lo tanto el paro sigue incrementándose y desinflándose la actividad económica. Y nosotros nos preguntamos: ¿es de buen banquero visto lo visto con la burbuja del ladrillo no diversificar y concentrar todo el riesgo en un cliente llamado España? Las consecuencias de este error podrían ser gravísimas. España podría entrar en cualquier momento en "default" o llegar a pedir una quita. Este error no sólo lo pagarían los accionistas del banco si no los ciudadanos de a pié que terminarían como siempre pagando el pato. Es por ello necesario que las entidades bancarias acometan una mayor diversificación de los clientes y sobre todo que ayuden a relanzar la actividad económica porque sólo de esa manera se podría pagar la deuda sin necesidad de recurrir a la temida quita o al "default". Ya lo decía el general chino Sun Tzu en su libro "El arte de la guerra", "Se debe ponderar y deliberar antes de hacer un movimiento. Conquistará quien haya aprendido el arte de la desviación. Tal es el arte de las maniobras".
La realidad es que estamos incrementando nuestro déficit de manera artificial para beneficiar a una minoría. Para ello ampliamos en tres puntos y medio lo que nos prestan desde Europa al 0,50%, y debemos ser conscientes de ello y saber que ese diferencial sale de nuestros bolsillos y de nuestros recortes y dificultades para llegar a fin de mes. Creemos que es bueno que la banca tenga sus beneficios legítimos y necesarios para funcionar y ganar dinero pero también se debería tener en cuenta los intereses de todos los españoles que son los que han acudido a salvarla.