En el antiguo régimen, el de antes de la revolución francesa de
1789, los nobles tenían el privilegio de ser juzgados sólo por sus iguales, es
decir, por otros nobles, después de la declaración de derechos, todos,
incluidos los nobles son juzgados por igual tribunal, como parece que sucede en
nuestros días. Pero hacemos hincapié en que sólo parece pues la realidad es
bien distinta.
Paseo por los jardines del Palacio de Versalles |
La nueva nobleza aprovechando el resquicio de un privilegio, la inmunidad parlamentaria, cuyo
fin era proteger a los representantes del pueblo de las detenciones arbitrarias
del rey, se refugian en las preguntas por escrito.
Nuestros nuevos nobles pueden acogerse a declarar por escrito para
así poder pensar las respuestas y no aguantar las incómodas preguntas de los
abogados a las que deben de responder de inmediato.
Es sorprendente que cuando
se les pregunta por algún caso relacionado con la corrupción se llenan la boca
de frases del tipo "tengo ganas de que me pregunten para que se aclare todo",
"siempre estoy a disposición de la
justicia ", "nadie debe
estar por encima de la ley", "no
quiero ningún privilegio", etc., etc.; pero, cuando llega el día
señalado, entonces escurren el bulto y se parapetan tras la ley de
enjuiciamiento criminal que protege a esta nueva nobleza, permitiendoles declarar
por escrito.
El ex presidente Camps se ha escondido detrás de su privilegio,
pero las preguntas que nos surgen son: ¿por qué actúa de esta manera si nada tiene
que ocultar?, ¿por qué le dan miedo las preguntas de las acusaciones o del juez?.
Los ciudadanos asistimos a esta comedia, que trata de ocultar la
tragedia de la corrupción, sabiendo que nada podemos hacer más que indignarnos,
comentándolo con nuestros amigos en charlas de café.
Francisco Camps y Esperanza Aguirre |
Una elite devoradora e insaciable, con todos los resortes en sus
manos, nos adormece. Francisco Camps solo tiene que responder de sus acuerdos y
convenios con Iñaki Urdangarin, si todo ha sido legal ¿a que a tiene miedo?,
pero más sorprendente es el comportamiento de Esperanza Aguirre con fama de
valiente y que nada la arredra y sí embargo se acoge al privilegio de declarar
por escrito, de no responder inmediatamente a la preguntas que le puedan
formular juez, fiscal y abogados personados en el caso Gurtel; ¿qué le puede
preocupar, si ella destituyó fulminantemente a sus colaboradores que fueron
imputados en este caso de corrupción?.
Resulta difícil de entender para miles de españoles, que la tienen
como un referente, que a la hora de la verdad se esconda tras el
burladero, no sea que el toro salga demasiado bravo.
Los españoles que no pertenecemos a esta nueva nobleza, tenemos
que ver impotentes que nadie quiere parar la corrupción ni terminar con los
privilegios, que no son ni de derechas ni de izquierdas, sino una forma de vida
de una minoría que estrangula a la mayoría y ésta no puede defenderse mediante
el voto, pues como en el antiguo régimen, es muy difícil ascender en la escala
social y todos los mecanismos están en manos de esta nueva clase.
Siempre nos quedará la esperanza, de como en Italia a principios
de los noventa, un grupo de valientes jueces desmonten el sistema para
dar paso a unas nuevas caras que arrinconen estos privilegios y se conviertan
en verdaderos representantes de sus conciudadanos, aunque visto lo que hay no podemos
ser demasiado optimistas.
Francisco Camps y Esperanza Aguirre tienen la obligación de no
escudarse en la letra de la ley, deben testificar como cualquier ciudadano y
predicar con el ejemplo, que para eso les pagamos.
Rita Barberá y Francisco Camps |
Sorprendentemente al ex presidente Camps no lo han encontrado para
que declarase el día previsto, su teléfono no estaba operativo, como no lee la
prensa ni escucha ninguna noticia por radio o televisión, ni ningún amigo o
vecino le pregunta por la tan ansiada declaración, como no está informado,
no acude.
Es muy común en los juzgados que un testigo retrase su declaración
con cualquier disculpa para poder conocer lo que han dicho los demás, es un
ejemplo para conocer el grado de respeto a los otros, sean abogados, fiscales o
jueces pero sobre todo a los siervos de la gleba que tenemos derecho a conocer
su testimonio bajo promesa o juramento, también es verdad que en nuestro
derecho penal mentir durante la instrucción sale gratis.
Iñaki Urdangarin |
Por eso, Sr. Camps no tenga miedo, el juez con solemnidad le dirá "jura
o promete decir la verdad porque sino PODRÍA ser acusado de un delito contra la
administración de justicia”; la palabra cable es PODRÍA, y como muy
bien le habrán informado sus abogados ese condicional se queda en nada, pero tranquilo,
el próximo fin de semana el teléfono estará operativo, escuchará las noticias, leerá
los periódicos y hablara con sus amigos, comentando los últimos acontecimientos
y se conocerán las declaraciones de los testigos.
Así da gusto declarar.