14 de junio de 2013

¿SE PUEDE DECIR "PUTERO, BORRACHO Y CABRÓN" SIN QUE NADIE SE MOLESTE?

Cuanto más arriba en la pirámide de poder, mayor sometimiento al control".
Esta afirmación que creemos la compartirán la mayor parte de los españoles, nada tiene que ver con las injurias y las calumnias o la intromisión en el honor o la intimidad de las personas que son derechos fundamentales. Esta misma frase ha sido formulada por cuatro grandes magistrados de
la Audiencia Nacional: Fernando Grande -Marlaska, Ramón Sáez Valcárcel, José Ricardo de Prada y Guillermo Ruiz de Polanco.
El protagonista es el Jefe de Estado, el Rey Don Juan Carlos, o lo que es lo mismo la mismísima punta de esa pirámide que los magistrados quieren convertir en igualitario círculo.
Los Jueces consideran inaceptable el hecho de que los miembros de la Casa Real gocen de más protección del honor que el resto de sus ciudadanos. Algo muy lógico pero sorprendente si tenemos en cuenta que la primera normativa que establece esta distinción es la propia Constitución Española, que en su polémico artículo 56, 3 dispone que "La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". Dicho de forma más clara, su figura es tan respetada que si nuestro Monarca cometiera el mismo acto punible que cualquier ciudadano de a pié, jamás veríamos su real figura entre rejas, sí en cambio la de cualquiera de nosotros.

La mecha se prendió el pasado mes de marzo tras hacerse pública una sentencia en la que se condenaba al pago de una multa de 6.480 euros al ex coronel Amadeo Martínez Inglés por un delito de injurias graves contra la Corona. Había escrito un artículo en el que definía a la Casa Real como "despreciable" y se dirigía a Don Juan Carlos como "putero, borracho y cabrón" entre otras lindezas.





Los magistrados argumentan que esos insultos estaban dirigidos contra una Dinastía, la de los Borbón y no contra la persona en concreto y para ellos "en ese ámbito de valoración histórica no hay privacidad, ni honor, ni prestigio ni reputación". Nosotros consideramos que esas frases no van dirigidas contra la Dinastía si no contra el Rey de forma directa. El texto afirmaba de que Don Juan Carlos "cree que proviene del testículo derecho del emperador Carlomagno cuando en realidad lo hace de la pérfida bocamanga del genocida Franco". Queda patente que a quien se está refiriendo es a Don Juan Carlos y no a sus antecesores Isabel II, ni Alfonso XIIXIII si no a Don Juan Carlos de Borbón y Borbón que bien poco tienen que ver con la bocamanga de Franco. Entre otras razones porque no creo que haya tenido la oportunidad de conocer a ninguno de los ancestros del Rey y no nos consta ninguna obra histórica del ex coronel sobre esta Dinastía.

Consideramos que las expresiones vertidas por el ex coronel, atentarían contra el honor y la intimidad de cualquier ciudadano incluyendo en ello a políticos y jueces porque nuestro Tribunal Constitucional de una manera clara y meridiana prohíbe los insultos y creemos que cualquier ciudadano de a pié entiende por insulto las palabras "putero, borracho y cabrón" y máxime si tenemos en cuenta que no nos consta que el ex coronel haya tomado copas con su majestad el Rey para poder valorar su índice de alcoholemia en sangre, ni que haya acudido a ningún burdel para emplear ese calificativo. A eso hay que añadirle lo de cabrón, y como bien define la Real Academia de la Lengua "se dice del hombre al que su mujer es infiel, y en especial si lo consiente". Aquí no solamente estaría insultando a su majestad el Rey si no a su consorte la Reina Sofía a la que de forma indirecta la estaría llamando "adúltera" y a su real marido, "consentidor". Palabra de nuestro máximo organismo de pureza lingüística.



Creemos que estas expresiones son totalmente improcedentes y desde nuestro punto de vista no constituyen una crítica a una Dinastía como es la Borbón, puesto que claramente emplea la palabra Rey. Por muchos menos insultos y descalificaciones una señora de Málaga se vio acusada por la Fiscalía de un delito de injurias y calumnias proferidas contra a una Jueza de Instrucción, cuando sólo estaba manifestando su dolor y desesperación porque desde su punto de vista la Instrucción no se había realizado de manera correcta y estaba siendo gravemente perjudicada en relación a unas expropiaciones de alto valor económico.
¿Deben por tanto también los jueces perder la protección que les otorga nuestro Sistema Jurídico en caso de que se vean sometidos a términos tan injuriosos como los empleados por el ex coronel? Nos referimos no a la crítica legítima si no también a los insultos. ¿Quiénes de ustedes podrían aceptar que se les llamase borrachos, puteros y cabrones? Estamos seguro que muy pocas personas se quedarían de brazos cruzados tras oír estos epítetos.

Las críticas al rey son legítimas, sanas y necesarias en un sistema democrático aunque en lo que respecta a nuestro sistema, el Rey solo refrenda los acuerdos del Consejo de Ministros o de los ministros y por tanto no puede ser responsable nunca de lo que no ha participado. Seguramente en el año 2013 ésto nos puede parecer excesivo y hasta "absolutista" pero si lo queremos cambiar sólo tenemos que reformar la Constitución Española aunque creemos que ahora no sería el momento más oportuno, teniendo en cuenta el tsunami económico en el que nos encontramos.

En una sociedad libre y democrática el insulto no puede ser consentido porque es absolutamente innecesario, y estamos de acuerdo en que se debe poner coto a los privilegios, pero los de todos, no solamente los de la Casa Real. Es por todo ello que no podemos compartir el voto discrepante de estos cuatro magistrados de la Audiencia Nacional porque tácitamente están consintiendo un insulto que no tiene ningún tipo de base, prueba o fundamento. Porque como hemos dicho ¿cuántas copas se ha tomado Amadeo con Don Juan Carlos para afirmar que es un borracho? ¿cuándo se ha ido de putas con el Rey y cómo sabe con quiénes les ha puesto los cuernos Doña Sofía?.
Antes de coger la pluma y lanzarse a conquistar el folio en blanco, Amadeo debería aclararnos estos asuntos que estamos seguro que serán de máximo interés para cientos de miles de españoles. Luego nos quejamos de la juventud que tenemos, cuando el ejemplo que ven es la telebasura e insultos entre personas de las que se presumen sus buenos modales y educación.
¿Por qué el ex coronel no dijo la rama borbónica? Llegados a este punto no podemos negar que unos borbones fueron abstemios, otros tal vez no, alguno debieron ser más o menos puteros, y otros llevarían por encima de la corona una amplia cornamenta, pero para eso están los historiadores que son los que nos lo han contado. En lo que sí estamos de acuerdo es que cuantos menos privilegios tenga la clase dirigente y se acerque más a sus súbditos, estaremos en una sociedad más igualitaria, más democrática y con mayor similitud de oportunidades. Vamos a decir desde aquí NO al insulto de "borracho, putero y cabrón" y a cualquier otro. ¿Se imagina el ex coronel que alguien empleara ese lenguaje sobre él y sobre su familia?