21 de junio de 2013

EL HADES DEL BANCO DE ESPAÑA Y SU ELIXIR DE LA INMORTALIDAD

El Olimpo no debía ser un lugar tan paradisiaco como los mortales imaginamos. Según la mitología griega, los Dioses que lo moraban siempre estaban pendientes de los humanos a los que servían. A pesar de su carácter celestial y sus mágicos dones, compartían con los hombres sus debilidades, entre ellas la envidia. Sentían verdaderos celos de su felicidad, y en cuanto les observaban relajados y contentos, les ponían alguna que otra zancadilla no se fueran a acostumbrar a tener lo que ellos tanto deseaban.
El Banco de España, Dios del olimpo de la banca española, parece compartir con sus homólogos celestiales, la debilidad de la envidia. Por ello ha ideado la conocida como CIR o CIRBE (Central de Información de riesgos del Banco de España). Un servicio público que gestiona una base de datos en la que constan todos los créditos, préstamos, avales y riesgos que las entidades tienen con sus clientes, y los impagos de los deudores. Así, el Banco de España, también conocido como nuestro regulador corresponsable del tsunami económico en el que nos encontramos con dejación de las responsabilidades y cooperador por omisión del mismo, nos tendrá en esa base de datos durante toda nuestra vida y probablemente después de nuestro fallecimiento. Un mérito que ni el mismo Zeus ha logrado, otorgarnos el don de la inmortalidad. Un venenoso elixir del que sólo podrán disfrutar los deudores.




Pero los Dioses aprietan, pero no ahogan. Este jueves un auto del Juzgado de 1ª Instancia de Barcelona ha dado un buen bofetón a otro Dios del Olimpo celestial, el Tribunal Supremo. Obliga a una entidad bancaria a descontar la suma económica cobrada de forma indebida en las conocidas como "Cláusulas suelo". Se une así a los dos dictámenes emitidos la semana pasada por una jueza de Orense y otra de Málaga que anulaban estas cláusulas y desobedecían al Supremo pidiendo la devolución del dinero. Según decía, la Ley es más suprema que la Jurisprudencia del Tribunal tal y como recogen los artículos 1303 del Código civil, y el 9.7 de la Constitución Española. Parece que nuestros jueces comienzan a percibir el clamor de unos consumidores y prestatarios que no están dispuestos a soportar más artimañas por parte de las entidades bancarias para obtener beneficios y enriquecimientos injustos.




Toda sociedad tiene que comprender y máxime con una crisis como la que atravesamos, que muchos de los negocios, fábricas o empresas que han cerrado y han dejado deudas, no lo han hecho por una mala gestión si no porque la propia crisis impide el mantenimiento de esos negocios, fábricas, o trabajos autónomos.
El Banco de España consintió durante los últimos años que parte de nuestros bancos jugasen alegremente con el dinero de los accionistas, de los impositores, o de los ciudadanos. Los administradores de gran número de Cajas de ahorros llegaron incluso a utilizar a esos bancos en beneficio propio y de sus amigos y a salir de ellos con importantes sumas millonarias en base a los contratos blindados que ellos mismos auto negociaban. Sin embargo cualquier pequeño o mediano empresario, cualquier comerciante grande o pequeño, o cualquier autónomo, si no podía hacer frente a los vencimientos que tenía con su banco se topaba de bruces con el peso del castigo. Un castigo que hace oídos sordos ante la mala praxis de una entidad que antes de conceder los préstamos debería haber analizado su solvencia y su capacidad de recuperar ese préstamo. Sin embargo nuestro "sacro" regulador, aquel que debe vigilar las buenas prácticas para que el sistema circulatorio financiero funcione, sólo actúa para llevarnos a esa inmortalidad negativa emulando al mitológico barquero Caronte que a cambio de unas monedas llevaba a las almas de los difuntos al hades donde vagaban hasta la eternidad.
Y nosotros nos preguntamos: ¿Cómo una institución que debe estar al servicio de los españoles y cuyo fin es prevenir y controlar a la Banca puede llevar a la desesperación a cientos de miles de personas condenadas a figurar eternamente en una base de datos por la que no podrán obtener un crédito para iniciar su nueva actividad?



Cuando solicitamos un crédito al Banco, se inicia un procedimiento interno que desconocemos. Nuestra entidad acude a diferentes bases de datos por si usted ha dejado de pagar a alguien y así valorar su solvencia. Pero la base de datos más importante, la que prácticamente define la posibilidad de que usted tenga un crédito, fundamentalmente es el CIRBE que puede ser consultado por los bancos con su consentimiento. Lo sorprendente de esta base de datos es que nos dice el riesgo de impago que tenemos con diferentes instituciones financieras, y es inmortal. no se borra nunca. Figura eternamente como una pesada losa que nos recuerda que un día dejamos de pagar nuestras deudas. Nos acompañará toda nuestra vida profesional, hagamos lo que hagamos, como nos acompaña el color de nuestros ojos, de nuestra piel o las huellas digitales. Estaremos fichados para siempre sin posibilidad de modificarlo.

Nuestro sistema jurídico en el ámbito penal busca por encima de todo la reinserción del reo, dándole una segunda, tercera e infinito número de oportunidades. Sin embargo no da nuevas oportunidades al deudor. Y olvida que ha podido dejar de cumplir sus pagos por casos ajenos a su voluntad como es el impago por parte de las administraciones públicas de las deudas que mantiene con los proveedores y que llevan a miles de empresarios autónomos y comerciantes a desaparecer. A diferencia de la justicia Penal, el Banco de España no da segundas oportunidades y sólo ve que tal persona no ha pagado. Eso es lo único que le importa, el hecho, no la causa.
Tenemos derecho todos a borrar nuestro pasado, resetear nuestro disco duro y volver a reiniciarnos y reinventarnos. Si lo tienen las máquinas ¿por qué no las personas?. Tenemos derecho a que los errores que hayamos cometido en el pasado, ya sean por nuestra negligencia o sobrevenidos por causas ajenas no sean un obstáculo para retomar nuestra actividad profesional. ¿Acaso estamos condenados a seguir anclados en el CIRBE que es como ese monstruo que guarda la guarida de los morosos de donde nunca saldremos?. Las demás bases de datos como ASNEF tienen un plazo máximo de cinco años, a partir del cual se borra automáticamente cualquier registro que figure en él.

La gran sorpresa es que esta injusticia está avalada con el visto bueno del Banco de España. Nuestro regulador reencarnado en los Dioses griegos nos recuerda eternamente que un día no pagamos un crédito y nos condena al ostracismo de no poder volver a emprender ninguna nueva actividad, sin importarle el origen o las causas de nuestras deudas. En el hades de las deudas nos recibe sonriente el Banco de España con un cartel que rememorando al infierno de Dante dice "Bienvenido al CIRBE quien llega a él pierde toda esperanza de salvación".

No creemos que en el infierno de Dante usaran gafas de sol para protegerse de los fuegos perpetuos. Les recordamos que este sábado LOS HOMBRES PREFIEREN publica nueva entrada. Es verano, y apetece lucir gafas de sol, sacamos a la luz los modelos más estilosos. Mery Serra y Nieves Ruiz nos lo cuentan. ¿Sabía que Marcello Mastroniani fue el primero en lucir en el cine el primer par de gafas basadas en las que llevaban los aviadores para protegerse del sol? Todo eso y mucho más en: