11 de julio de 2013

ENTRE IMBÉCIL ANTIAMERICANO Y SERVIL AMERICANO

Aeropuerto de Viena. 3 de julio de 2013. El presidente de Bolivia Evo Morales aguarda perplejo a que los gobiernos de Francia, Italia y Portugal den luz verde a su permiso de sobrevuelo para regresar a casa tras 13 horas de espera. El avión donde viaja se había visto obligado a realizar un aterrizaje de emergencia como consecuencia de las presiones ejercidas por los Estados Unidos, ya que el país tenía las sospechas de que junto al presidente boliviano se encontraba el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional Norteamericana, Edward Snowden. Una situación que viola de forma flagrante el Derecho Internacional.

Presidente de Bolivia, Evo Morales

Edward Snowden

Tal y como nos recuerda el Catedrático de Derecho Penal de la UCM y miembro del Consejo Editorial de El Mundo, Enrique Gimbernat, a en su artículo "El avión del presidente" publicado el pasado día 8 en el periódico, los Jefes de Estado, de Gobierno y los Ministros de Asuntos Exteriores en ejercicio gozan de inmunidad de acuerdo al Derecho Internacional. Ya lo deja claro la Sentencia del 14 de febrero de 2002 de la Corte internacional de Justicia (CIJ), que dispone que en el Derecho Internacional está claramente establecido que al igual que ocurre con los Agentes Diplomáticos y Consulares, ciertos altos cargos de un Estado como son los Jefes de Estado, Jefes de gobierno y el Ministro de Relaciones Exteriores, disfrutan de inmunidades de jurisdicción en otros Estados desde el punto de vista civil o penal.
Esta inmunidad fue establecida en el Convenio sobre Relaciones Diplomáticas firmado en Viena el 18 de abril de 1961 (CRD) ratificado por todos los países del mundo (entre ellos los tres países en discordia, Italia, Francia y Portugal). Según dispone "si los agentes diplomáticos disfrutan de tales privilegios sólo ante el Estado en concreto ante el que estén acreditados, y como representantes del Estado acreditante, con mayor motivo deben disfrutar de ellos los Jefes de Estado, los de Gobierno y los Ministros de Asuntos Exteriores, ya que estos altos cargos son los máximos representantes en las relaciones internacionales de su respectiva nación.
Estos privilegios previstos en la CRD, según añade Gimbernat, incluyen los de que la persona del agente diplomático es inviolable y no puede ser objeto de ninguna detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad. Además los medios de transporte son inviolables. Y finalmente deja claro que cuando el agente diplomático regrese a su país desde el Estado en el que ha ejercido o esté ejerciendo sus funciones, el tercer estado le concederá la inviolabilidad y todas las demás inmunidades necesarias para facilitar el tránsito o regreso. Algo que en el caso que nos compete y que aquí les mostramos, no ha ocurrido

Según dispone este Convenio, los terceros países (Italia, Francia y Portugal), vulneraron de forma clara estas disposiciones. Evo Morales regresaba a su país después de haber realizado un acto pacífico y carente de peligrosidad ya que venía de dar una conferencia de Jefes de Estado en Moscú. Sin embargo los tres países de la Unión Europea incumplieron su obligación de "facilitar el tránsito" vetando el paso por su territorio. Era indiferente que Snowden se encontrara o no en el avión, pues tal y como recuerda Gimbernat, el privilegio de tránsito pacífico es absoluto e independientemente de quien le acompañe, y además es inviolable.

Presidente de Estados Unidos, Barack Obama

Ser un antiamericano sistemático es ser un idiota, y ser un servil americano es una vileza. Lo que más nos puede avergonzar es que los políticos de la Comisión Europea permitan que las informaciones confidenciales de los ciudadanos de la Unión Europea, puedan estar en manos de terceros países sin que se tomen medidas para evitarlo. El comportamiento de la Comisión Europea a este respecto es absolutamente bochornoso; no así el del Parlamento Europeo que ha planteado una comisión de investigación para ponerle freno.

La obtención de datos íntimos y personales obedece aparentemente a principios de seguridad nacional, pero igual que desde principios del Siglo XX se pusieron límites a las fuerzas de seguridad del Estado en actuaciones como intervenciones telefónicas, correspondencia o la entrada para el registro de un domicilio particular exigiéndose el previo permiso de un juez, las informaciones personales tampoco deberían ser tomadas libremente sin una decisión que no esté previamente judicializada. Ni siquiera aunque se consienta como argumento de causa el que se realice por razones de seguridad, ya que podríamos llegar al extremo de que quien puede intervenir esas comunicaciones o actos íntimos puede utilizarlos en beneficio propio.
Por ponerles un ejemplo, imagínese que quien dispone de esas informaciones sospecha de una posible infidelidad de su mujer, e interviene a través de las nuevas tecnologías sus comunicaciones y mensajes. Datos todos ellos íntimos que en principio no tienen trascendencia ninguna, y de los que el sujeto podría argumentar que lo hizo por sospechar que el posible amante de su mujer es un terrorista y que hay información que le afecta directamente . Y es que cualquier información que se tome de los ciudadanos sin su consentimiento debe estar siempre controlada por un Juez,porque si no se puede utilizar en beneficio de quien tenga la capacidad de tomar esa decisión.
Y no sólo nos referimos a los ciudadanos, si no también al espionaje industrial. Se espían también a empresas europeas tomando datos confidenciales que pueden afectarles causando un grave perjuicio a la competitividad porque pueden alterar sus estrategias de marketing. este espionaje empresarial también debe ser controlado.

Imagínense ¿qué ocurriría si el ejecutivo norteamericano conociese que la Unión Europea vigila a sus ciudadanos? estamos seguros que tomaría medidas políticas o técnicas para impedir este espionaje. Sin embargo la Unión Europea prefiere mirar hacia otro lado y pensar que antes de salvaguardar nuestros derechos, está el Acuerdo Transatlántico, que no negamos que es importante, pero no está exento de defender nuestra intimidad. Supongamos también que el Presidente del Gobierno español, viaja a Australia donde hay un disidente de la República Popular China sobre el cual piden la extradición, y cuando aterriza en Singapur el Gobierno de ese país no le permite volar hacia España porque cree que hay un disidente chino dentro del avión. Imagine también que por las presiones que recibe de la República Popular China, se le impide la realización de sus derechos tal y como defienden los Tratados Internacionales antes expuestos. ¿Qué diríamos los españoles si esto sucediese?. No queremos ni pensar que ésto le sucediera a su graciosa majestad la Reina Isabel II de Inglaterra. Estamos seguros que el Reino Unido desplegaría todo su potencia imperial diciendo que es inadmisible que se consienta un ultraje semejante hacia su graciosa majestad.

Desde principios del Siglo XX ha existido la controversia entre igualdad y libertad, y es el equilibrio entre estos dos derechos lo que debe lograr alcanzar una sociedad libre y democrática. En estos momentos hay que llevar al presente las garantías del pasado porque las nuevas tecnologías han ido sustituyendo los modos de comunicación. Así la inviolabilidad del correo se refiere ahora a la de las nuevas tecnologías como Twitter, Facebook o los Email. El registro domiciliario hay que derivarlo a que se prohíban registrar actuaciones en la red. Nos viene a la mente la mítica frase de la Jurisprudencia Inglesa "my house is my castle", es decir, mi casa es mi castillo y tengo que protegerlo. Hoy en día el mundo virtual es una especie de cajón desastre donde hay una tierra sin ley. Pensamos que nuestras cuentas sociales son secretas, pero esto no es así y deberían estar protegidas por controles judiciales, porque si no estaríamos ante un Gran Hermano como ya adelantó en la ficcion el escritor George Orwell en su obra "1984".


Hay que ser un fiel aliado de los Estados Unidos, pero el término aliado se refiere a las "personas o grupos que se unen para obtener un fin" y este objetivo debe ser común y es la defensa de la libertad y derechos fundamentales en el mundo de manera leal. Esta lealtad radica en la no intromisión en la vida de los ciudadanos y no perjudicar a las empresas de sus socios.
Esta alianza que es positiva para todos no debe verse empañada por hechos como la utilización de las nuevas tecnologías para controlar a otros ciudadanos. Inglaterra debería así respetar las formas aunque de todos es conocido que este país no tiene amigos, si no intereses. Cuando hablamos de alianza, siempre es de igual a igual, y sobre todo está "unión" nunca debe estar subordinada a la violación de los derechos fundamentales porque como decíamos anteriormente si el antiamericano sistemático es un imbécil incapaz de conocer la aportación de los Estados Unidos a la historia moderna, el servil pro americano comete también la vileza de no hacer una critica razonable y lógica de la realidad consintiendo los abusos de poder que toda potencia por el mero hecho de serlo tiende a hacer.

Cualquier tema que afecte a los derechos y libertades de los ciudadanos debe ser controlado por un juez para evitar los abusos que se producen cuando no existe ningún tipo de control. Sin darnos cuenta y consintiendo estos hechos estamos caminando hacia una sociedad totalitaria donde vamos a convertirnos en personas manipuladas por una "elite" que además no se presenta a las elecciones, lo que el presidente Eisenhower, llamaría "milicia industrial" situada por encima de las presidencias. La obligación de nuestros gobernantes es no consentir que los ciudadanos europeos, seamos ciudadanos de segunda en el mundo. Deben cuidar de los derechos de los ciudadanos aunque sean vulnerados por otros países, y no consentir que uno de sus socios permita el espionaje de otro país a diferentes miembros de la Comunidad Económica Europea miembros del G8.
La seguridad no puede ser nunca un motivo para vulnerar la intimidad de las personas. Los derechos fundamentales tienen siempre que estar protegidos, y no se puede bajo ningún concepto tolerar que se utilicen las tecnología para espiar o conocer datos libremente. Lo que ha hecho la Comisión Europea ha sido replegarse a algo tan grave como que los ciudadanos europeos sean espiados para salvaguardar la seguridad un tercer país como es Estados Unidos. Y que esto se produzca bajo la venia de nuestros gobernantes es intolerable.

Sede de la Comisión Europea en Bélgica (Bruselas)

Estados Unidos, es el país del sueño americano y de la libertad, pero a veces mantiene actitudes absolutistas que dejan mucho que desear de la que está considerada como primera potencia mundial y adalid de los Derechos Humanos. Acciones como el trato de los presos en Guantánamo y el impedimento de tránsito para Evo Morales, demuestra que es un comportamiento arrogante que compromete a sus aliados.
¿Acaso los estadounidenses pueden modificar las leyes del resto del mundo democrático? ¿Vale más una norma impuesta por este país, que las convenciones o las costumbres internacionales que son la fuente suprema del Derecho Internacional? ¿El presidente Obama está por encima del bien y del mal como un tótem encargado de dictaminar lo que es justo o injusto y de que sus enemigos sean también los nuestros? y lo que es más ¿Los ciudadanos norteamericanos y empresas estadounidenses consentirían ser espiadas por el gobierno europeo? Las normas existen y están para cumplirlas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario